23 de enero de 2012

PASEANDO POR TI

He penetrado en ti como la luna,
He penetrado hasta en tu pensamiento,
Deja del todo que te pensamiente:
Tu actitud deliciosa me divierte,
Me ilusiona, consume y reconforta.

He trasegado por todos los senderos,
El corazón al borde del abismo,
Tan puro e inocente como un niño;
Conozco tus recodos, tus salientes,
Tus grietas, manantiales y vertientes,
Escondites, cubiles y solares.

He llegado hasta ti y he caminado
Por toda la extensión de la pradera,
Por los cerros, los valles y andurriales.

He gozado de ti, no he lamentado
Otros sitios hermosos, ventanales
Donde se da el amor por vez primera.

2 de diciembre de 2011

La Paz.

Es un reto perenne, una voz que se eleva
silencio de fusiles, cancionero celeste
donde entona la vida los himnos más alegres.

Es oda a la alegría, es amor que se siente,
titilar de cocuyos, pirotecnia que lleva
en medio de ilusiones la luz del sol naciente.

18 de septiembre de 2011

CUMPLEAÑOS

Otro año más a cuestas.
¿Qué se ha de celebrar?

¿Dos mil cabellos menos?
¿una ceguera más?

¿Un sueño no cumplido?
¿cuatro proyectos más?

¿Las promesas fallidas?
¿jugadas del azar?

¿Placeres en la mente?
¿respuestas de: jamás?

Tal vez el año entrante
todo se plasmará.

23 de julio de 2011

El genio de las letras.

Sucedió en una provincia desconocida donde cada año se come cerdo asado al horno y donde se coronan mil reinas de todo tipo, atendiendo a las cosechas, los animales, los lugares, los alimentos, etc. Durante cuatro años consecutivos el mismo jurado premió al mismo escritor en el único evento literario comarcano, frente a doscientos cincuenta escritores, si se les puede decir, quienes se atrevieron heróicamente a confrontarlo conociendo desde luego los resultados. Eran doscientos cincuenta aparecidos, pues a diferencia del tetraconsagrado en la aldea, estos escritorcillos solamente habían ganado concursos de prosa y verso en lugares sin importancia como España, México, Estados Unidos, Inglaterra y Francia.

Puesto que los más de dos centenas se negaron a enfrentarlo nuevamente conociendo su avasalladora personalidad, el jurado, con una sapiencia digna del rey Salomón, sentenció que el tetra era un auténtico genio y que por tanto no debía participar en el máximo evento de la aldea. Así lo hizo saber en el acta de premiación, donde se lee: “Incipientes escritores enviaron sus producciones a este certamen pretendiendo confundir al jurado con su retórica trasnochada abusando cada quien de su autoestima. Por unanimidad se ha determinado que él y solo él es digno de merecer elogios por su perfecto manejo del idioma y la preciosa conducción de sus relaciones sociales. No se piense que por ser nuestro amigo este dechado de virtudes literarias, a un punto de tocar el cielo, el jurado ha recibido influencia para tomar la decisión a la cual tan juiciosamente se llegó”. La aldea nunca se dio cuenta del acontecimiento por estar embutida en los ajetreos de la danza y el canto, la bebida y la comilona, la especulación, el robo y la estafa.

Después de Leonardo DaVinci, nunca se conoció otro igual, ni ojos admiraron tanta belleza literaria como la presentada por el nunca bien loado y aplaudido genio de las letras del cerdo asado y las reinas coronadas.

17 de julio de 2011

Bobada es bobada. Última Parte.

Bobada grande fue subir las cien gallinas de la finca al zarzo, donde dormíamos, y arrojárselas una tras otra a uno de mis hermanos hasta destripar unas cuantas. Los glúteos me duelen cuando recuerdo la golpiza de mi mamá por ser tan estúpido y revientagallinas.

En otra ocasión, cuando mi pendejada destelló al máximo por lo inmensa, fue cuando, en lugar de buscar los burros y traerlos a casa para cargar la leña, me fui de cazador de pájaros con la cauchera, gastando más de medio día con uno de mis amigotes en tan azarosa aventura. Mi madre me despellejó a rejo las posaderas como penitente promesero, sin poder aprovechar ni los pájaros ni los buenos consejos.

Finalmente la estupidez pasó la raya, porque un día soleado agarré a cazar pirispis con tan buena fortuna que llené dos salones con ellos. Para quienes no los conozcan, se trata de unos animalitos tiernos y delicados, que se dejan atrapar sin resistencia. El problema se complicó cuando sus progenitores, los pirispirispis, se enojaron de verdad, aullaron y pretendieron echar por tierra los salones perdiendo así mi linda colección de microscópicos avechuchos y estar a punto de ser linchado por tales sabandijas y por mis pacientes y despistados lectores.